HILOS BLANCOS.
Andarivel sin sentido, guía el
andar sin crear, suelta.
Leves sombras.
Asfalto estampado de ojas. Miradas de
seda, son gotas de aire.
Se superponen silencios nocturnos
maternales de incoherencias registradas.
El rojo de sus ojos pone freno.
Caen hilos blancos. Se deslizan en forma
minuciosa, nostálgica, agrega la palabra
paulatina
Es el dialogo de las plantas version
masculina, versión femenina. Delaware
derecha a izquierda. El receptor a
emisor.
Sótano luminoso, a la espera del
ascensor de celda gris plomo.
Los ascensores son siniestros.
Placard de cuerpos en vias de extincion o entierro.
Son mitad fuego, mitad cielo mal teñido
de celeste, casi azul mojado.
Vieja fabrica de Sociedad Realmente
limitada.
El toldo verde es el altar.
Rápido es la continuación de despacio,
que reconoce a maxima como
responsable
Crear es donde queres estar sin trasladar la
masa; es mental.
Y bueno creo que el amor ya no es
sincero
Sin enredos es frágil. con enredos
insostenible.
Y no entiendo el azar, el individuo y
su individualidad.
¿Por qué no usar a favor esa visión plus?
del corazon?
Sin preguntar, con decisión y con olvido.
Sin recuerdos arrepentidos que reprimen
nuevos sucesos. Nuevos sueños.
Que hermoso es escribir. Es magia. Hacer
llega si concentro en el abismo. cerrar
tus bellos y sagrados ojos, y ponerse allí.
Ese sitio está, es de uno. Permítelo crear.
Podes elegir a tu favor, esa es la ventaja.
Narices blancas de respetable espesor,
pupilas ocultas y el sur de sus ojos
delineados de blanco. De oscuros
pareceres e insobornable quietud.
Libro: El diálogo de Las Plantas.
Autor: Gastón Yemal.
Editorial: SH.
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